Hace tiempo que tenía ganas e hacerle un homenaje a este hombre. Sí, hoy vamos a hablar de un hombre, porque hace tiempo que el estilo dejó de ser asunto exclusivo de mujeres. Este catalán a demostrado que dos mundo que a priori pudieran parecer incombinables son compatibles, al menos él lo ha conseguido.
Estoy hablando de Pep Guardiola, el aclamadísimo entrenador del Barça. Ejemplo de saber estar, de templanza, de sabiduría y elegancia. Pese a la corta trayectoria como entrenador, en sus apariciones públicas, en el campo y fuera de él, nos ha dado lecciones de como vestir. Ha trasladado el clásico traje a los estadios y a las ruedas de prensa sin dejar de darles su toque personal de modernidad.
Pep ha conseguido que muchos desterremos la imagen del típico entrenador en chandal que nos inducía a pensar que el mundo del deporte está bastante reñido con el de la moda. Hay quien se ha atrevido a compararlo con El Duque por la gran prensencia que le atribuye su repetida y sabia elección de traje negro. Pep debe saber que un traje negro es el vestuario comodín que cualquier hombre tiene que tener en su armario. Es útil para cualquier ocasión y a veces quita comeduras de cabeza.
Esperamos que este catalán se combierta en un ejemplo a seguir, no sólo por los éxitos cosechados en el terreno deportivo, sino también por sus estilismo. Ya sabemos que en el mundo de impactos visuales que vivimos la imagen no se puede descuidar.
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